Jesus

Jesús, un joven chileno, vive con su padre Héctor en un apartamento de Santiago en el que la televisión compensa su incapacidad para comunicarse. El resto del tiempo baila en un grupo de K-pop, sale con sus amigos, consume drogas y practica sexo en lugares públicos. Una noche se ve envuelto en un incidente irreversible. Este acontecimiento unirá más que nunca a Jesús y a Héctor, pero también los separará para siempre.

Fernando Guzzoni, director de Carne de Perro, nos trae en su segundo trabajo una visión de una de las agresiones homófobas más brutales que han sacudido Chile en los últimos años. Curiosamente, y de forma paralela, dicho suceso se ha tratado en la también chilena Nunca vas a estar solo, de Alex Andwandter. Pese a que ambos trabajos comparten el enfoque de las relaciones entre un padre y su hijo, la perspectiva es radicalmente diferente.

Cualquiera de los dos trabajos resulta fascinante. Ninguno te deja indiferente. No obstante, la visión de la construcción de las masculinidades e identidades diferentes a la normativa ofrecida por Guzzoni, su radicalidad, el impacto de las imágenes, lo devastador de su planteamiento y la reflexión sobre las relaciones entre los hombres, -padre e hijo, colegas, HSH-, nos han llevado a decantarnos por esta versión.

Palmarés:

64º Festival de San Sebastián 2016 – Sección Oficial

Toronto International Film Festival 2016 – Official Selection